1969 • La voie lactée
/ La vía láctea • 97 min.
FICHA TÉCNICA
Guión: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière Producción: Serge Silberman Dirección: Luis Buñuel Ayudantes: Pierre Lary y Patrick Saglio. Decorados: Pierre Guffroy. Composer: Luis Buñuel. Vestuario: Jacqueline Guyot y Francoise Tournafond Maquillaje: Jacqueline Pipard Fotografía: Christian Matras. Foto fija: Jean Distinghin. Rodaje: Paris Studio Cinema. Desde 26 de agosto de 1968. Montaje: Louisette Hautecoeur Sonido: Jacques Gallois. Laboratorio: GTC color; 102 min. Estreno: París, 15 de marzo de 1969.
ACTORES
Paul Frankeur: Pierre Laurent Terzieff: Jean Alain Cuny: El hombre con la capa Edith Scob: Virgen María. Bernard Verley: Jesus
François Maistre: Cura francés.
Claude Cerval: Brigadier. Muni: Madre Superiora. Julien Bertheau: Maitre de Hotel Ellen Bahl: Mme. Garnier Michel Piccoli : Sade. Michel Etcheverry: El Inquisidor Pierre Clémenti: El demonio Georges Marchal: El jesuita Jean Piat: El jansenista. Denis Manuel: Rodolphe Daniel Pilon: Francois Claudio Brook: Obispo Julien Guiomar: Cura español Marcel Peres Delphine Seyrig: Prostituta Jean-Claude Carrière: Prisciliano Christine Simon: Therese Augusta Carriere: Hermana Francoise Jean-Daniel Ehrmann: el condenado Pierre Lary Bernard Musson Michel Dacquin Gabriel Gobin Pierre Maguelon Marius Laurey Jean Clarieux Christian Van Cau Claudine Berg
ARGUMENTO
La peregrinación de dos hombres hacia Santiago de Compostela, es la base para una serie de juegos de Buñuel. En su viaje los hombres nos ofrecen una serie de parábolas, visiones surrealistas, herejías, encuentros con el demonio, la Virgen María convenciendo a Jesús de que no se afeite la barba. Al comienzo se encuentran con un hombre con capa quién les dice que deberán engendrar hijos con una prostituta. Una monja es crucificada por sus compañeras. También podemos contemplar eruditas discusiones teológicas sobre la doctrina católica a cargo de camareros de un restaurante, la exhumación de los restos de un obispo hereje, varios milagros, a Priscilano y su secta en una orgía mística. Contemplan el duelo a espada entre un jesuita y un jansenista. Por fin, antes de llegar a Santiago, conocen a una prostituta.
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